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¡ya hemos puesto a nuestro semiorco a trabajar para acabarlo pronto!

Lugburz Blune (Maerys, año 3192) Actualmente es el último descendiente de la familia Blune. Apoyó la rebelión contra Naldor y su cruzada contra la magia. Su papel más destacado ha sido en la revolución de las artes oscuras. Se le considera el pionero de los Híbridos Necromorfos y el Padre de la cirugía con injertos de muertos.

Biografía[]

La familia Blune fue aniquilada en el transcurso de la venganza llevada a cabo por la familia Swayce. Su madre, por medio de hechicería, traspasó la gestación a su hermana antes de ser masacrada. Lienel Blune ocultó el embarazo, renunciando a su apellido. Lienel fue descubierta y asesinada y Lugburz fue raptado y dejado al cuidado de un alquimista en Rahrm.

Este alquimista fue arrestado años más tarde por su relación con una orden de asesinos, quedando Lugburz al desamparo. A sus 8 años y sin un hogar, reunió cuanto pudo para volver a Maerys. Al conocer que no quedaba nada de su hogar, se ganó la vida estando a cargo de distintos artesanos, comerciantes, boticarios y escribas.

En su adolescencia, decidió buscar fortuna en otros pueblos. Llegó a ser raptado por vampiros, y posteriormente rescatado por una Orden Arcana. El comandante le recomendó al Gremio de Clérigos tras ver en el afinidad innata.

Una rosa negra germina.[]

Blune

Insignia de la familia Blune.

Se le acusó de prácticas impuras, por utilizar injertos de animales y muertos. Consiguió evitar su expulsión al atraer el interés de la vertiente militar de la Orden (de ahí se le conocería como Seisdedos, por sus injertos) por lo que fue promovido al grupo de exploradores. Al cabo de unos meses, desertó de la orden. Ello conllevó la orden de búsqueda y captura, y por parte de Naldor, la de su ejecución.

Durante este periodo Lugburz se exilió, y contactó con círculos de nigromancia y miembros de iglesias dedicadas a dioses oscuros. Se le vincula con algunos asesinatos acometidos contra estos miembros. La unidad de espionaje del imperio catalogó el tipo de amenaza de Lugburz al nivel de Incursión.

Características[]

Su indumentaria consta de la armadura pesada de espinas de la familia Blune, con su característico tabardo rojo. Su arma es una espada bastarda (legado de los Blune) de filo dentado que permite desgarrar los tejidos. Su escudo pesado pertenece en realidad a Kogorth, y es un objeto excepcional.

Otras armas que es capaz de emplear son la maza, la ballesta y su temible bastón de nigromante. Aunque de desconoce a que mago perteneció este bastón, Lugburz es capaz de doblegarlo y usar sus hechizos.

Clérigo[]

Lugburz es un clérigo de nivel intermedio con un amplio rango de habilidades a sus disposición, dado su alineamiento caótico neutral y su dios desconocido. Aunque es de los menos poderosos de la Compañía, es de los que aporta más variedad de habilidades de combate:

  • Hechizos de curación, así como hechizos de utilidad ofensivos y defensivos.
  • Comandancia y expulsión de no-muertos.
  • Invocaciones.
  • Combate directo.
  • Combate a distancia.
  • Resurrección de compañeros.

Al haber recibido instrucción de combate en el gremio de Clérigos, Lugburz tiende a organizar las formaciones de la Compañía en batalla, para que estas sean más eficientes. Su estrategia fundamental es la de proteger en todo momento a los componentes más frágiles del grupo, para que estos puedan continuar realizando el máximo daño posible. Por ello intenta que la primera línea sean sus secuaces esqueletos, los cuales rodean al enemigo hasta que hay que atacarle por los resquicios que se abren entre la maraña de huesos.

Como último recurso, suele hacer la arriesgada apuesta de sacrificar la curación a cambio de convertirse él en la primera línea. Esto ya le llevó a la muerte a manos de un golem de huesos.

Necropolita[]

Tras su alzamiento como muerto viviente, Lugburz cambia su rol en las batallas. Su actual modo de combate es más conservador, manteniéndose lejos del combate directo. Con ello consigue enfocarse en observar y reconocer las habilidades del enemigo y sus puntos débiles. Por otra parte, su cometido como sanador de la Compañía es sustituida por un mayor énfasis en debilitar al enemigo, disipando sus defensas o convocando los poderes de su bastón de nigromante. Su mayor aporte es devolver a su oponente a un estado anterior con enervación.

La Compañía del Caudillo[]

En su adultez, decide unirse a Kogorth, Thralduil El Saltavientos, Elladora y Icaronn, y fundan la Compañía del Caudillo, fruto del objetivo común de aventurarse a resolver sus pasados marcados por Naldor. Posteriormente ingresarían en ella Alziz, Timirei, Stran Keleth y Niniel.

En sus comienzos aceptaron cada encargo o misión con recompensa. Tanto su reputación como su fuerza aumentó rapidamente allá donde viajaban.

Algunos momentos memorables en los que destacó durante este periodo fueron:

  • Durante unas apuestas en una taberna contra los otros miembros del grupo de aventureros liderado por Pesetilla El robamonedas, Lugburz cautivo a un grupo de 6 habitantes del pueblo utilizando la palabra, superando a los 4 que la joven elfa había encantado con su arpa (La Legión le había mutilado la lengua para que no pudiera pronunciar hechizos). Lugburz eligió al varón menos agraciado del grupo y le convenció para que tuviera relaciones con Kogorth e Icaronn, los cuales estaban ebrios por su apuesta de alcohol. Kogorth entró en furia durante las relaciones y comenzó a descargar puñetazos aleatorios, con los que estuvo a punto de herir a la elfa y de derrumbar la taberna.
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  • En los enfrentamientos, Lugburz tiende a ocupar la primera línea de batalla y a repartirse el combate directo junto a Korgorth, el semiorco bárbaro. No obstante, pese a que esto le ha llevado a la muerte, a repetido esta tendencia incluso sin su espada, enfrentando en cierta ocasión a dos Slaad usando simplemente su poder de curación
  • Sus renegados se caracterizan por ser un cúmulo de varios seres. Un ejemplo es su hidra esquelética de 10 cabezas, Garm. Lugburz sueña con injertarle alas de dragón algún día.
  • En cierta ocasión, Kogorth tomó pacharán de furia y entró en sobrefuria, perdiendo el control y lanzando nuevos puñetazos aleatorios y mandando a volar a parrocos en la aldea de los bárbaros. Tras matar al tabernero, Lugburz saltó inmediatamente hasta el cadáver y se quedó con las llaves de la propiedad. Luego se dirigió a Kogorth, y tras esquivarle dos veces, le redujo de manera épica.
  • Su aspecto dejó de parecerse al de un ser humano. Tras morir, y ser resucitado, le quedó una horrible cicatriz que surcaba su cuerpo desde la sien hasta el tobillo, producto de un corte mortífero. Al dar muerte a una sierpe, él y la compañía murieron a causa de la explosión final (a la que solo sobrevivieron Niniel y Kogorth). La Compañía tiene cicatrices hiperpigmentadas en su cuerpo desde entonces. Su rostro tiene rasgos demoniacos desde que Stran Keleth la moldeó, al ser convertido Lugburz en piedra tras el enfrentamiento con un gnomo del Imperio.
  • En cierta ocasión intentó afilar su espada con los dientes de un rufián abatido, como venganza por haberles hecho caer en una trampa en la que su espada quedó inutilizada al usarla contra un cienito (tras haberse desprendido por última vez del cieno).
  • Las habilidades de Lugburz en cirugía no se restringen a los injertos. Fue capaz de realizar operaciones abiertas para la extirpación de huevos de Slaad con éxito. La primera que realizó de este tipo fue con Alziz. Pero con Niniel, tuvo que realizar 5 operaciones hasta conseguir extirpar el huevo.
  • Cuando su discípula Timirei realizó una autopsia de slaad en busca de conocimiento, solo halló fascias en abundancia. Lugburz se acercó a supervisar, se inclinó y al inspeccionar, identificó una estructura potencialmente vulnerable. La denominó glándula de Lug.
  • Para ganarse el respeto de su rehén drow, tuvo que enfrentarla en un duelo épico. Por un lado, Lugburz, en ese entonces un clérigo de nivel medio con armadura pesada completa y su espada reliquia. Por el otro, una hechicera de nivel bajo en cautiverio durante dos semanas dentro del tórax de la hidra Garm. Trapos menores completos y una lanza como arma improvisada.
  • Su alineamiento es caótico neutral. Pese a que veces tome parte en acciones reprobables (como interponerse en la huida de un civil inocente, colisionando éste con su armadura de pinchos y muriendo al instante). También se ha ofrecido en varias ocasiones a mejorar las mascotas de la Compañía (caballos, osos...) matándolos y levantándolos como esqueletos. Aunque quiere a su pareja, está dispuesto a usarla para ascender en sus conocimientos de magia oscura.

El legado de los Blune[]

Al unirse a la Compañía, lo único que conocía Lugburz de su pasado, es que su familia había sido asesinada. Ahora, motivado por conocer todos los detalles, retornaba a Maerys. Cuando llegaron, pronto se percataron de que algo inquietante se cernía. Los rumores hablaban de un aumento de los ataques de ogros, familias halladas muertas y mutiladas y de una figura espectral que se podía ver en el castillo en ruinas que antaño perteneció a Eralio.

Aparte de los encargos habituales (un troll que mutiló la mano a un guardia, la desaparición de la hija del herrero y las sospechas sobre la sacerdotisa Shandril) el descubrimiento de pruebas contra la familia Swayce pronto encauzó una investigación ante la sospecha de que estuvieran relacionados con las muertes.

  • Su blasón había sido encontrado junto a uno de los cuerpos de una familia de granjeros mutilados.
  • La Legión misma se había visto involucrada en la entrega de 500 ónices negros para sus prácticas oscuras.
  • En el castillo de Eralio habitaban esqueletos y un engendro, que tras ser atrapado en una campana, desveló tener un señor. Más adelante, la Compañía enfrentaría a un golem de huesos en este castillo. Éste mató a Lugburz cuando intentaba curarse en medio del combate. Elladora, presa del pánico, convocó todo su poder en una ráfaga de hechizos y consiguió superar al enemigo. Lugburz sería revivido por Shandril horas más tarde.
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Insignia de la familia Swayce

Pero no fue hasta que el cadáver del alcalde fue encontrado en las calles de Maerys, cuando se presentó la oportunidad de reunirse con un miembro Swayce. Gracias a sus proezas, Lugburz y la Compañía fueron invitados por Shandril a asistir a la Asamblea de elección de nuevo alcalde. En tal ceremonia se hallaban, además, dos mercaderes de gran riqueza y un clérigo de alto rango. La disputa de poder parecía girar en torno al noble de los Viktor Swayce. Cuando este sintió el poder que inundaba la sala, interrumpió su discurso, increpando a los desconocidos para que se revelaran ante ellos.

Lugburz y la compañía se mostraron, como completos desconocidos, ante la élite presente en la mesa. No obstante, antes de que se produjera un enfrentamiento, Lugburz habló, sin usar magia, solo su dialéctica y exponiendo las pruebas y sospechas sobre el Swayce. Tal fue su discurso, que pronto se posicionaron el resto de los presentes en contra del Swayce, al ver que la defensa de éste no era convincente ni para él mismo. Al verse abrumado, Viktor huyó abandonando a su súbdito Igor. Cuando los guardias se interpusieron entre él y la salida, escapó convirtiéndose en niebla.

La Compañía, ante la conmoción de todos, prometió hacerse cargo de los Viktor. Tras interrogar a Igor e informarse en la biblioteca de Maerys, fueron a la mansión Swayce, que se hallaba deshabitada. Así que volvieron al castillo en ruinas, en el que se encontraron con el espectro de Fawkler Blune, quien reveló la verdad de sus antepasados.

"Hubo un predecesor común de los Swayce y los Blune, el fundador de Maerys. Este realizó un viaje con el objetivo de encontrar la cura de la enfermedad que asolaba a su esposa, una noble de la ciudad de Cumas. Esta enfermedad impedía a su mujer concebir hijos, así que viajaron por todo el mundo en busca de una solución. A su regreso, su esposa no volvió con él y lo que le ocurrió, es desconocido. Con el trajo dos hijos, uno que logró egendrar con su mujer (Swayce), y otro adoptado (Blune). Pero esto se ocultó, siendo reconocidos ambos como hijos naturales. Con el tiempo, aparecieron diferencias y se distanciaron las dos ramas, consolidándose la familia Blune y la familia Swayce.

Los Blune eran queridos por su bondad y justicia, los Swayce eran temidos por su afinidad a la nigromancia y su estigma oscura, y sus lazos endogámicos. El distanciamiento trajo el odio mutuo, hasta que una Blune quedó embarazada de un Swayce. Enfurecidos, los Swayce exterminaron a todos los Blune, excepto a uno. Uno que fue cambiado de lugar y sobrevivió como hijo de los Swayce. "

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Lugburz aceptó demostrar que él era ese heredero y entró en una doncella de hierro. Afirmó dos veces un Blune mientras sufría cada vez más perforaciones.

"La tradición de los Blune dicta que, al contrario de los Swayce, no engendraremos hijos, sino que los adoptaremos. Si no renuncias al apellido, renuncia a la paternidad. Este es el secreto que deberás guardar"

Tras aceptar una última vez, Lugburz quedó estéril. Al liberarse de la doncella de hierro, portaba una armadura pesada de pinchos ensangrentada. También le fue entregada la reliquia familiar, la espada serrada de los Blune. Tras liberar el alma en pena de Fawkler, Lugburz consiguió que Maerys le reconociera como Blune y quedando el castillo bajo su propiedad.

El señor de Bastión Ónice[]

La ambición por dominar todos los secretos oscuros del poder divino y de la hechicería, y por gobernar sobre la vida y la muerte le consumió. Sus reanimaciones se volvieron cada vez más experimentales con tal de lograr nuevas versiones y modos de poder. Esta obsesión solo se veía limitada por su frágil vida, mortal y perecedera.

La muerte para Lugburz había adquirido un significado distinto durante sus aventuras con la compañía. Progresivamente iba abandonando sus temores, para aceptar la muerte como estilo de vida. Sus investigaciones habían concluido en que habían ciertos caminos para alcanzar la inmortalidad, aunque esta era vista por Lugburz como un medio, no como un fin en si mismo.

El primer paso fue su conversión en necropolita que provocó diversas reacciones en la Compañía. En un principio Stran Keleth manifestó su rechazo, y Thralduil intentó evitarlo. Pero Alziz

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